Todo empezó mientras estaba creciendo con una madre alcohólica y un padre que se fue con otra mujer cuando yo tenía 12 años. Me quedé cuidando a mi madre que era emocionalmente abusiva así que prácticamente me crié a mí misma. El dolor del abandono era inaguantable y algunas veces solo trataba de sobrevivir. Eventualmente el alcohol le quitó la vida a mi madre. Yo tenía 28 años y esto fue otro abandono en mi vida. Sentía que ya no podía soportar más dolor.

Avanzando a mi vida adulta, entré en una relación físicamente abusiva. Más tarde me casé con un hombre no disponible emocionalmente que me abandonó por otra mujer después de 20 años juntos. Este abandono finalmente me hizo entender que yo era una codependiente y entré a CoDA. Yo necesitaba ayuda para que mi hija no terminará como yo. La recuperación es un proceso de toda la vida y estoy comprometida a recuperarme. Yo tengo 50 años y doy gracias a Dios y a mi Poder Superior por la fuerza para afrontar mis miedos y empezar mi vida otra vez. Yo soy fuerte y soy capaz de ser amada. Finalmente encontraré la paz interior.

Stacey B – 2020