Hola, mi nombre es Caryn y soy una codependiente en recuperación.

Había asistido a una variedad de reuniones de Doce Pasos para apoyar a amigos, y así es como me presentaron CoDA alrededor del 2007. Compré todos los folletos y panfletos en la mesa de literatura y no volví hasta que pasé por una ruptura grave y me di cuenta de que no podía superar el dolor por mí misma. Mi Poder Superior me guió para buscar el programa y encontrar una reunión. Cuando entré en la sala, era el mismo lugar en el que había estado tantos años antes y un veterano se acordaba de mí. Allí encontré un refugio y estoy en CoDA desde diciembre del 2015.

He trabajado con el Libro de Trabajo de los Doce Pasos y las Doce Tradiciones en un grupo de estudio cerrado. También he trabajado con los Pasos, las Tradiciones y otras herramientas de recuperación en innumerables talleres. También he dirigido varios talleres en eventos intergrupales y regionales. He tenido dos madrinas. Con la primera no hubo buena adaptación y terminamos de forma dolorosa (me alegra decir que se han hecho enmiendas por ambas partes). Con la segunda he trabajado durante unos años. Ahora amadrino a dos recién llegadas.

En mi primer mes en el programa, asumí el cargo de servidora de confianza para la literatura. En el ámbito de las reuniones, he desempeñado todos los trabajos excepto el de tesorera. A nivel de Intergrupal, he sido responsable de talleres, historiadora y coordinadora. A nivel regional, he sido secretaria de actas. Y ahora tengo el privilegio de formar parte de un comité a nivel «mundial».

Antes de hacer ese trabajo, estaba en un estado constante de miseria emocional, la mayoría de las noches yendo a la cama esperando no despertar. He encontrado alivio en el programa y la conexión humana en el compañerismo de CoDA. Por fin estoy agradecida de estar viva y esperanzada en mi futuro.

El proceso no siempre es fácil, pero siempre merece la pena. Por eso vuelvo una y otra vez.

En gratitud,
Caryn T – 5/7/21