Hay un punto dulce en mi recuperación. Lo llamo el tren de CoDA. Me subí a este tren en agosto del 2016. Lo abordé en el estado de Negación; la ciudad era la Supervivencia. A medida que el tren ganaba velocidad, miré el horario junto a la puerta y descubrí que mis destinos eran la Culpa y la Vergüenza. Me senté y pensé “¡Oh, no! Me he equivocado de tren.” Pero luego pensé que la Supervivencia y la Negación habían quedado atrás; tal vez hubiera otra conexión.
Saqué un folleto del respaldo del asiento y decía que había una reunión de CoDA en el vagón club a las 12:15. Entonces el cobrador marcó mi boleto y le pregunté: «¿Hay otra conexión?». Nunca olvidaré lo que dijo. «Su destino depende de usted, pero mientras permanezca en este tren está a salvo».
Así que fui a la reunión de CoDA a las 12:15. Dijeron que el tren se detiene de vez en cuando. La gente se sube y la gente se baja, pero si te quedas en el tren y visitas el vagón del club una vez a la semana, nunca llegarás al estado de Vergüenza o al pueblo de Culpa.
Ese día encontré mi serenidad en “EL TREN EXPRESO LLAMADO EN ESTE MOMENTO». Ahora empiezo a entenderlo, y tengo esperanza, y la vida tiene sentido.
James K – 8/13/21
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