Esto comienza cuando me di cuenta por primera vez de que en realidad era codependiente. Eso realmente me impactó. Finalmente descubrí POR QUÉ nunca me sentí cómoda estando sola conmigo misma. Siempre tuve/tengo que estar con alguien para ser feliz. Después de un tiempo, comencé a obsesionarme con eso. Y preocupada que siempre estaré sola. Fue entonces cuando me di cuenta de que algo andaba mal. Entonces, busqué ayuda. Alguien mencionó las reuniones de “CoDA”. Y pensé ¿por qué no?, lo intentaré. Así que aquí estoy. Optimista, emocionada aunque definitivamente nerviosa, pero siempre dispuesta a probar cosas nuevas. Gracias, CoDA, por darme la esperanza de que necesito estar bien sola conmigo.

Emma S., 29/12/20