Estaba casada con una persona enferma con problemas de abuso sexual. Un amigo vio mi sufrimiento y me llevó a mi primera reunión de los Doce Pasos. Mientras aprendía, crecía y trabajaba los Pasos de CoDA, gané esperanza, conocimiento, coraje y me di cuenta de que SÍ tengo opciones.
Recuerdo haber escuchado las lecturas al inicio de una reunión de codependencia. ¡Me sentí avergonzada de que estuvieran expresando mis secretos más profundos en voz alta! Mis sentimientos privados, vergonzosos y debilitantes. Sin embargo, la lectura confirmó que otros también se sentían así. Otros se sintieron ignorados, invisibles, inútiles, atrapados, solos, heridos, traicionados. La lectura confirmó que a menudo no sabían lo que estaban sintiendo porque cuando expresaron sus sentimientos, se les decía que NO era así como se sentían. Además, se les decía lo que las personas NORMALES sentirían/pensarían/harían.
Recuerdo haber sentido, por primera vez en mi vida: ¡NO estoy loca! ¡No estoy sola! ¡Dios SÍ escucha mis oraciones! ¡Puedo proteger a mis hijos! Puede que sea impotente, ¡pero NO estoy desesperada!
Gracias a CADA UNO que lee esto. Creo que mis oraciones atraviesan el universo y no están sujetas a “leyes” terrenales, que puedo recibir fuerza a través de otras personas – incluso de esa oración silenciosa, dicha en soledad, por todos aquellos que aún sufren.
Hoy puedo ser Preciosa y Libre.
Evelyn O. 22/8/2023
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