Siempre he oído el término codependiente, pero realmente no lo entendía. Cuando tenía 66 años, tuve una crisis nerviosa.
Al crecer, rara vez se me dió prioridad. Cuando falleció mi padre, me convertí en la cuidadora de mi madre. No hace falta decir que no cuidaba de mí misma. Le hice mucho daño a la familia de mi hija.
Preocupé demasiado a mi familia.
Tenía deficiencia de B12 hasta el punto de que apenas podía levantarme por las mañanas.
He tenido que convertirme en mi prioridad, ¡y no es fácil!.
Estaba tan contenta de poder cuidar de mis hijos y darles lo que yo nunca tuve. Además, entré de nuevo en ser la cuidadora de mi madre, como cuando era una niña.
Estoy aprendiendo a comer mejor, a hacer ejercicio, a hacer cosas buenas por mí misma y a disfrutar de las cosas que nunca tuve tiempo de hacer. Estoy agradecida de que a los 66 años por fin me di cuenta de lo que me estaba haciendo a mí misma. Agradezco a CoDA por ser tan buen apoyo y por darme las herramientas para seguir progresando y recuperándome.
Maria Codependiente 9/5/2023
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