Cuando hoy leí el mensaje de CoDA, pensé en mi hermana.
Dependía mucho de ella cuando era una niña. La admiraba y era mi cuidadora. Y la mayor parte del tiempo, ella me desairó y me rechazó.
La lectura de CoDA fue sobre la libertad que viene con la aceptación de que no puedo obligar a nadie a amarme y tampoco estoy obligada a amar.
Ahora estoy en una buena relación en la que no soy desairada o rechazada y me veo a veces queriendo descartar a esta persona, decir que no es tan importante para mí o que no es tan sensacional, principalmente porque demuestra que me quiere, incluso cuando sólo soy yo misma. Otras veces me siento insensibilizada porque él está haciendo algo amoroso y me siento amenazada por ello. Estoy muy acostumbrada a tener que esforzarme para lograr la fantasía del amor. Tengo miedo que si acepto sinceramente que me ama, y que yo lo amo, me rechace como mi hermana.
Es tan bueno que me recuerden que no tengo que esforzarme tanto para que me amen, o para que me perdonen por algo desconocido que he hecho mal, o que soy mala e imposible de amar …. que puedo dejar de perseguir obsesivamente el amor imposible, y dejar de buscar el perdón.
Cuando leo: «Estar en recuperación es estar en paz», siento que parte de ello es confiar en mí misma: que mi sensación de paz cuenta y es importante. Que no estoy loca por dejar el drama de tratar de convencer a alguien que no le importo, de que soy valiosa. Que la paz es una forma preferida de estar. Mi poder superior quiere traer la paz a mi vida porque soy digna de sentirme bien – no tengo que trabajar duramente para ganar la paz. Tengo paz aceptando las limitaciones y no tratando de escalar el Monte Everest por una migaja de cariño de alguien a quien no le importo. Mi poder superior cree que está bien aceptar mis sentimientos sobre mi vida y permitir que el cariño y el amor entren en mi alma. Estoy ansiosa por ver a dónde me lleva la recuperación.
Joanne K – 3/8/21
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