No tenía ni idea de lo que era el amor, punto, mucho menos el amor propio. Mi padrino solía decirme repetidamente «si le hablara a mis amigos como me hablo a mí mismo, no tendría amigos». Pero duro y crítico conmigo mismo y con los demás era lo que parecía el amor y el cuidado en mi familia de origen.
Tenía una autoestima terrible cuando entré en CoDA. Todavía puedo tener días difíciles debido a la baja autoestima, pero hoy puedo reconocer que sólo porque me siento mal no significa que lo estoy. ¿Quién dice mi programa que soy? ¿Estoy seguro de que estos pensamientos son verdaderos, los pensamientos que me hicieron dar vueltas pensando en acabar con mi propia vida, y que me metieron en el lío en el que estaba antes de la recuperación?
Descubrí que no me sentía merecedor del «amor propio». Por eso tomaba todas esas malas decisiones, para sabotearme y permanecer en situaciones que me perjudicaban. Se revelaron más cosas trabajando los Doce Pasos con un padrino competente, especialmente los Pasos Cuarto al Séptimo. El agua turbia se volvió clara, estaba tomando todas esas malas decisiones para sabotearme a mí mismo y permanecer en situaciones que me perjudicaban porque no me «sentía» digno del amor propio. Pero era digno entonces y soy digno ahora. Me dijeron que este programa es una progresión a través del amor al Poder Superior (Pasos Primero al Tercero), luego hacia el amor propio (Pasos Cuarto al Séptimo) y luego hacia los demás (Pasos Octavo y Noveno). Supongo que el amor propio era una especie de puerta de entrada. Ahora está tan claro que no podía amar a nadie de verdad hasta que no me amara a mí mismo.
Anónimo 23/05/2023
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