Hace 10 años, estuve separado de mi esposa e hijos. Decidí dejarlos porque me enamoré de alguien más. Por supuesto que tampoco pude cumplirle a mi novia. Estuve en un completo desastre, decía y hacía cosas que eran completamente erráticas. Casi me corren del trabajo. Las cosas por las cuales trabajé muy duro, pues empezaron a desentrañar. Regresé a vivir con mis papás (¡No puedo decir qué difícil fue eso para mí!) y eso me obligó a evaluar mi comportamiento.
Me enteré de CoDA por un libro. Eventualmente tuve la valentía de presentarme a una reunión. Fue allí donde encontré el apoyo y el valor para empezar mi camino y ver lo codependiente que fui con mi mamá, con mi esposa y con mi novia. No podía sobrevivir en un mundo donde no hubiera alguien que siempre me aceptara o me amara. Por estar en conflicto con todos, fui forzado a ver mi realidad y así poder parar los comportamientos que me llevaron a caer en este camino horrible. Asistía a las reuniones cada semana, trabajaba lo que tenía que trabajar, y cuando las cosas se me ponían muy difíciles iba a las reuniones hasta dos veces por semana y trabajaba más duro lo que tenía que trabajar.
Aunque no he ido a las reuniones últimamente, sé que las reuniones y mi padrino fueron lo más grande para mí en ese tiempo. Estoy profundamente enamorado de mi familia, he establecido límites sanos y todavía saco mi libro grande de vez en cuando para decir una oración de agradecimiento. Gracias CoDA.
Jason E. – 9/29/20
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