Me aislaba, sin saber nunca cómo tratar con la gente de forma saludable. Nunca me mostraron ni me enseñaron cómo hacerlo. Todo lo que sabía era cómo comunicarme y tratar con la gente de forma manipuladora y pasivo-agresiva. Estar sola desde los 14 años se convirtió en una herramienta de supervivencia que perfeccioné para salir adelante. Si decía a la gente lo que quería oír, trabajaba duro, y era honesta y digna de confianza, me aseguraría un lugar en este mundo y me ayudaría a ganar amigos y aliados.
¿Pero cómo puedo ser digna de confianza si estoy manipulando a la gente en una relación? Esperaba que los demás fueran lo que yo quería en mi mente y que encajaran en un determinado compartimento para satisfacer mis necesidades. Pensaba que era un talento inteligente y una gran herramienta de supervivencia, pero al final, no era justo ni para ellos ni para mí, y a menudo culminaba en resultados desastrosos.
Al trabajar los Pasos, ahora puedo ver esto muy claramente. Los Doce Pasos son como un campo de entrenamiento para las relaciones. Necesito a los demás para ser mejor persona. También necesito que otras personas me reflejen mis defectos de carácter o mis problemas fundamentales, para ayudar a sacarlos a la superficie y poder examinarlos de cerca. Hacer esto puede ser y será muy doloroso, pero si soy valiente y me permito sentir esto y si realmente quiero llegar a ser plena, entonces confiaré en mi Poder Superior para que me guíe a través de este miedo y dolor y permitiré que las personas sean mis maestros.
Siempre lo tomo como algo personal cuando mis intenciones son buenas y alguien se enfada conmigo. Inmediatamente me pongo en el papel de víctima y sólo veo mi parte en él – esto es un pensamiento erróneo.
Ahora veo que, si puedo dejar de lado mis sentimientos el tiempo suficiente para conocer realmente a la persona y su historia, es posible ver por qué mis acciones pueden haberle perjudicado. Esto puede ahorrarnos- a mí y a ellos – mucho dolor innecesario.
Creo que todos venimos con equipaje. Algunos llevan equipaje de mano, otros equipaje de viaje, otros sólo una bolsa de viaje, pero todos tenemos equipaje. Ahora me doy cuenta de que, si me tomo un descanso, respiro y doy un paso atrás antes de reaccionar de forma exagerada, si me doy tiempo para meditar sobre lo que la otra persona ha vivido en su pasado -o incluso sólo en su día- puedo ser más indulgente y dejar de lado mi percepción victimista de la situación.
Es increíble que estos Pasos hayan sido creados de la manera en que lo fueron. Me gusta pensar en ello como un tubo de escape que me arroja duras lecciones de relaciones en la cara a un ritmo acelerado. Es un círculo vicioso porque necesito a la gente o me quedaré estancada en mi propia suciedad. Cuando pienso que mi manera es la única manera, nunca creceré, ni seré libre.
Cuando me permito ser vulnerable, abierta y comprensiva y no me aislo, mientras confío en mi Poder Superior para que me ayude a trabajar a través de estas relaciones y no sólo eliminar la relación por completo de mi vida, me convertiré en un ser humano pleno y en una amiga de confianza para los demás. Esta es la belleza de los Doce Pasos. Estos Pasos son como un campamento de entrenamiento intenso de relaciones. Estoy encontrando el camino para salir del fin del mundo, con la ayuda de otros y de mi Poder Superior.
Pamela W. – 5 de diciembre de 2019
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