¿Cómo quiero empezar? ¿Qué quiero decir? ¿Qué pasa si nadie lo lee? ¿Y si no lo publican? ¿Qué pasa si la gente lo lee y lo odia? Volver a escribirlo. Comenzar de nuevo. No es lo suficientemente bueno. Nunca nada es suficientemente bueno. ¿Por qué me molesto? Nunca hago nada bien. Soy un gran fracaso. Debería simplemente desaparecer. Las personas que amo estarían mejor sin mí. De todos modos, simplemente les empeoro las cosas. Basta con mirar a mi mamá, papá, exmarido y ex prometido. Mira a los hijos….. ¡PARE! Pausa explorar, examinar, evaluar, interrogar. Reanudar.
Hola, soy Ashlea, y soy codependiente. Esos párrafos anteriores son cómo solía funcionar mi mente. En el momento en que tuve una idea de algo que pensé que tal vez quisiera hacer, todos esos aspectos negativos simplemente me inundaron, recordándome que no soy lo suficientemente bueno, nunca lo he sido y nunca seré lo suficientemente bueno. Recordándome que las opiniones y pensamientos de otras personas importan más que los míos. Recordándome que necesitaba ser pequeña y callada porque esa era la mejor manera de estar segura.
Me uní a CoDA hace 2 años y 11 meses. Al principio me uní por él. Para poder ayudarlo a mantenerse sobrio. Así podría darle la mejor oportunidad de recuperarse. Recuerdo haber pensado que aprendería todo lo que pudiera sobre la recuperación para poderlo ayudar.
Estaba tan llena de todos los demás que ni siquiera podía verme. Tocaba fondo. No sabía quién era ni qué quería. Ni siquiera sabía si yo me gustaba. Ni siquiera me había considerado una persona con pensamientos, deseos y opiniones – allí me encontraba, experimentándolos. No los consideraba. Estaba en piloto automático. Vivía cada día sin considerar lo que quería o necesitaba. Había tocado mi punto mínimo sin siquiera reconocerlo. Ahora, mirando hacia atrás, es muy obvio. Me caía por el propio peso de mi situación.
CoDA me ayudó a que me salvara. CoDA me enseñó a mirarme al espejo y verme. Para finalmente prestar atención a lo que estaba pensando y sintiendo. Dar crédito a mis propios pensamientos y confiar en mis propios instintos. CoDA me ha enseñado cómo dejar de lado el pánico y la preocupación. CoDA me ha dado paz. Pero es mucho más que eso.
CoDA me ha enseñado cómo verme. Finalmente sé cómo escuchar mi corazón y escuchar realmente lo que dice. Finalmente soy mi mejor amiga. Por primera vez desde que era pequeñita, me estoy considerando a mí misma. Pienso en lo que quiero y necesito. Me pregunto qué me hará feliz. Puedo validar mis propios sentimientos y saber que no importa si alguien más está de acuerdo – son lo suficientemente buenos. ¡Son perfectos! Finalmente, por primera vez que puedo recordar, tengo una relación conmigo misma. No sólo tengo una, sino que es buena. He aprendido a ser amable, amorosa y compasiva conmigo y aun así responsabilizarme amorosamente. Eso se ve reflejado en cada interacción que tengo con los demás.
CoDA también me ha enseñado a no dejar nunca de crecer. ¡Cuántas más capas de cebolla pelo, mejor sabor tengo!
Ashlea M. 1/31/24
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